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domingo, 21 de enero de 2018

Well

After a couple weeks already, it has been really difficult to accept that things are not the same.
No, we no longer kiss
No, we no longer hug
No, we no longer have those deep-conversations about how much we loved each other
No, we no longer have intimacy
We are just no longer together, and it really hurts.
There are so many things that have changed. To hang out together with our friends is just awkward. You seem to be so prideful about all the things that happened. You make it seem like I was the only one who made a mistake, but hey, it was both of us.
I just came here to say random things, and one of them is that I still love you.
I love your family
I love your story
I really love anything about you and it has taking me months to forget
I would still think about you even when we were apart from each other.
But I need to stop fighting with my feelings and emotions
Some minds are better kept apart 

martes, 28 de noviembre de 2017

Sin título, Capítulo II. 07/15/2014

No podía contener la emoción y felicidad de tenerlo en brazos. Era ligero y precioso; El color de su cabello era negro, tan negro como el carbón, un cabello de seda… Una nariz diminuta, y unos ojos grises enigmáticos cristalinos. Él era mi pequeña creación, el producto de una mitosis perfecta.
Una vez que lo tuve en brazos, entró Adam, el cual esbozó una sonrisa y lo tomó en brazos, meciéndolo hasta quedarse dormido.
Yo no sabía cómo sentirme, fue el tercer intento de embarazo, pero al fin y al cabo, fue exitoso. Era toda una mezcla de emociones, estaba maravillada y tan agotada. La enfermera me dio una sopa en conjunto a unas pastillas para que pudiera descansar aquella noche.
Eran las veintidós con treinta, y me sentía atascada. El cielo despejado, y aquella lluvia de estrellas. Qué estupendo paisaje hacía en Islandia.
La enfermera me echó una mano al darme un baño. Me unté crema con fragancia, abroché el brassier, y me coloqué un camisón color azul cielo. Adam se había ido de la habitación a buscar mis cosas, y traérmelas a la habitación. Así que me acosté, me acobijé, cerré mis ojos con el objetivo de que la pastilla hiciera efecto y yo pudiera descansar. Realmente había sido una noche bastante agitada, sin embargo, no podía contener la emoción. Al rato entra Adam, con aquella sonrisa impecable. Vaya… Esa era yo, con unas ojeras pronunciadas tras pasar parte de la noche en la ejecución del parto, mi cabellera color ámbar rizada, húmeda, mi piel pálida, con aquellos ánimos desgastados, impregnada de fragancia. Mis condiciones quizás no eran las mejores, pero luego de todo aquél proceso, y sí, digo proceso por la cantidad de cosas por las que he tenido que pasar. Recuerdo pasar días en casa de mal humor, los vómitos, náuseas repentinas, o la suavidad de las manos de Adam bajo la miel de mis pechos.
Después de todo, me he dado cuenta que la persona que me ha ayudado en mis caídas ha sido él. Él era aquella luz, esa energía que aún me mantenía. En cada intento fallido por aborto espontáneo, permanecía optimista. Ese hombre era el estereotipo de padre que yo necesitaba, y me bastaba saber que lo tenía a mi lado la mayor parte del tiempo. Incluso cuando se levantaba temprano para ir a trabajar, no olvidaba darme los buenos días, y dejarme plantado un beso en la frente. Al llegar, podía estar lo más agotado, y nunca olvidaba las buenas noches, ni olvidaba preguntarme qué había hecho en el día, además de siempre hablar sobre intereses.
Eso era lo que más me motivaba, quizás la cantidad de cosas que teníamos en común, y la facilidad de hacer que las cosas que a simple vista parecían insignificantes y tontas, para él eran una maravilla. Todos los días traía algo nuevo a casa, siempre eran noticias buenas. Era sorprendente lo mucho que costaba que Adam fuese negativo, podía estarse cayendo el mundo en pedazos, y él aún tenía la esperanza intacta.
No sé si eso es algo bueno o malo, suelo ver la esperanza como un sentimiento de doble filo. Nos hace olvidar que el tiempo pasa, y no voltea para ver si nos quedamos atrás, continúa. Perdemos oportunidades, simplemente por una espera que es en vano, sin embargo, la esperanza es aquello que aún nos mantiene allí en las situaciones difíciles. Aquello que aunque ya no puedas más con la vida, aún quedará aquella chispa tratando de expandirse.
Pero así era él, y no había palabras para describir lo afortunada que era de haberlo conocido, y de tener una pareja tan maravillosa como lo era él.


Sin título, Capítulo I. 07/15/2014

La tina, el agua helada, las luces semicortadas, la cuchilla en el lavabo, el arma haciendo esquina a las manillas que modifican la temperatura del agua de la tina y yo, desnudo, detallando mi palidez en el reflejo del espejo sobre el lavabo.
Ya no comprendía. La vida parecía ir en mi contra, y mi yo interno no paraba de pisotearme. Estuve a punto de colapsar, por mi mente pasaban las mil y un formas de morir. Desde salir en pellejo al patio de la casa y morir de hipotermia, hasta sólo encender la casa conmigo dentro. Quería morir de toda forma, ahogada, incendiado, de hipotermia, incluso con la circulación cortada.
Comencé a desesperarme así que decidí simplemente adentrarme al agua helada de la tina, para relajarme. Sumergí mi cuerpo en las masas de agua y asomé la cabeza para respirar. Entrecrucé mis manos con mi cabello negro suavizando las ondulaciones. Recorrí los espacios de mi cuerpo por última vez e incluso llegué una vez más a “La petite mort”
Era como un éxtasis, secreciones blancas dispersas y mis brazos agotados del movimiento. Ya no puedo conmigo mismo. En ese preciso momento comprendí que el único que podía salvarme, era yo mismo. No iban a ser psiquiatras, amistades, familiares, yo tenía que socorrerme a mí mismo.
A pesar del efímero placer, no lo aguanté más. Tomé el arma que hacía esquina, y poco a poco la metí en mi boca. Respiré profundo, y dije a mis adentros: -¿Qué hay sobre la reencarnación?

Apreté ligeramente el gatillo, y una vez que penetró toda mi garganta, sólo se escuchó un bebé llorar.

R. 09/11/2014

Creo que como cosa rara, necesito reflexionar sobre esto.
Hoy, día jueves 11 de Septiembre, me desperté pensando que quizás, ya había pasado un tiempo desde que no hablamos. Honestamente, extrano hablar contigo, aunque quizás lo que hice, lo hice por mí misma. (Y solo haya pasado como mucho, dos días)
No quiero mentirte, ni decirte que todo está bien, y que no pasa nada, cuando en realidad, sí. Estos días me he sentido mal, y me he molestado inluso conmigo misma porque he dejado a un lado lo que me define a mí.
Cuando me conociste, conociste a una Alexandra que solía ver películas en las noches de Luis Bunuel, admirar el arte desnudo de Manuel Álvarez Bravo, que escuchaba música no demasiado común (Lo hago mucho más que antes, cosa que es genial), que solía dibujar, y otras cosas sobre mí.
Esto soy yo. De alguna forma, luego de eso, fueron cambiando las cosas. Ya no suelo leer, ni hacer nada de estas cosas como antes. Es como si me estuviese volviendo loca porque ya no me nace hacerlo, y esto me define (irónico).
Tomé estos días para pensar un poco en por qué he dejado de hacerlo, cosa que comprendí que es porque te dedicaba más tiempo del que debería. Para pensar un poco por qué me he sentido tan jodidamente mal (No tiene otra expresión, lo siento), y por qué las cosas simplemente pasan de esta forma.
Sigo preguntándome día a día, qué va a pasar.
No lo sé, no lo sabes, no lo sabemos, no podemos suponer.
No quiero hacerte pensar que eres un problema. El problema soy yo, que he perdido la noción de las cosas que hago, por eso a veces olvido lo que he hecho durante el día. No son tan importantes para mí como para recordarlas, y ya no quiero seguir haciendo eso. Siento que desperdicio mi tiempo en estas "vacaciones".
Creo que he estado tanto estable como inestable. Estable porque aún hablo con Cardozo, y porque además de eso, dos amigos me escribieron y he podido hablar con ellos, incluso por skype. Uno de ellos me dijo para ver una película por internet (Antes hacía mucho esto con mis amistades) y fue muy divertido.
Vimos Her.
No sé por qué esto me emociona tanto. Es cálido cuando te das cuenta que tus amistades, de alguna forma, se preocupan por cómo te encuentras, y estarían dispuestos a aceptar cualquier disparate solo por hacerte sentir mejor. He de admitir que este amigo, a un principio, yo le gustaba, y supongo que debe de quedar algo de mí en él, pero no me importa (lo siento si suena duro), es agradable lo que hace, sea cual sea su intención, la cual, tampoco me interesa hallarla.
Creo que a veces marco muy fuerte la línea, pero no importa, es mejor hacer eso a que haya malos entendidos, no crees?
Después de ver esta película, fue imposible no ponerme a pensar. No puedo creer lo mucho que te extrano, y apenas haya pasado tan poco tiempo desde que me fui de Venezuela. Es frustrante para mí ver esta película, y recordar cómo se sentía tocar tu rostro, más reducido, estar contigo.
Y que, yo te lo cuento todo. La gran mayoría de las cosas, tú las sabes. Evidentemente, hay momentos en los que estoy increíblemente inestable, y no hablamos de eso. No quiero que mis problemas se vuelvan tuyos (en el buen sentido, me refiero que no quiero ser otro peso más para ti).
Este lugar suele deprimirme muchísimo, y quisiera muchas veces al menos, que si no te tengo, pudiese tener a Cardozo, o algún amigo así de cercano. La calidez que me transmite Cardozo creo que es algo que no cualquier amistad me ha logrado transmitir.
Mariel me transmite comprensión cada vez que lloro. Es como si solo pudiese actuar como un cachorro cuando lo separan de su madre al nacer, y no importa, sigo siendo alex, una nina triste, con problemas, como todo el mundo tiene.
Y no sé de quien más hablarte. Juan es mi manual de consejos, y gabriel, mi libro de chistes cada vez que quiero reír. Es como si todos tuvieran una función distinta para cada una de mis emociones, y de alguna forma, me siento mejor.
Cardozo es mi refugio. Es como.. La única cueva que queda descubierta ante una ventisca. La cama en la que te tiras al llorar, o en su mayor defecto, el armario en el que te ocultas cuando tienes miedo por las noches (Solía hacerlo, con un delfín entre manos, cada vez que quería llorar y no quería que me escucharan). De alguna forma, todo esto lo extrano.
Me siento inútil estando aquí. No conozco a nadie, ni quiero hacerlo. Creo que realmente, no quiero conocer personas que no puedan comprender aficiones tal y como yo las tengo.
Aún no sé si comprendes mi afición por escribir las cosas que pienso, y tratar de plasmar mis sentimientos aún cuando no sé cómo sacarlos de mí misma, más que no sea a través de esto, pero a pesar de eso, me haces sentir que de alguna forma sí lo haces (sea cual sea la respuesta) y eso me llena, en gran cantidad.
Es mentira cada vez que dicen que las palabras, solo son palabras, porque como ves... Te he escrito miles de cosas, con temas variados, podría admitir que han sido incluso algo conmovedoras, las cuales cada vez que las leía no sabía si lloraba porque no entendía cómo yo podía decir eso, y poniéndome en tu lugar, lo lindo que es leer algo como lo que yo te había escrito (Es decir, suena muy egocéntrico, o algo así, pero es como si una persona me las hubiese dicho, y se sentía bien). En fin, es mentira cuando me dicen esto, porque realmente, nada de lo que te he dicho se ha quedado en palabrería (Espero), porque realmente, no sé hacer un mal uso de las palabras desde que corregí algunas cosas de mí misma.
Solo hay una cosa que puede afirmar que es pura mentira, y es aquella lágrima que surge al leer una carta, o al leer alguna cosa que ha tocado mucho más que nuestros sentidos. Siendo más específico, nuestras emociones.
Ahí es cuando te das cuenta de la importancia, o profundidad de ese algo, y que no se puede etiquetar a ese algo como "simple cosa que pasa".
Es probable que se diga que "Las palabras son solo palabras" cuando se trata de, decir adiós, o de simplemente ser un cretino el cual no sabe medir qué es lo que dice y requiere el uso de "la labia".
Porque bien, puedo estar de acuerdo con ese dicho cada vez que leo mi última carta. Es una renuncia que nunca puse en marcha, solo por lo duro que era dejarte ir de esa manera, aunque aún pudiese aceptarla si tú lo quisieras.
Me frusta muchas veces pensar que yo, soy débil. Y soy débil, porque bien, no podría dejar de hablarte así como así. Yo te extranaría, y en su mayor efecto, te escribiría solo para saber cómo te encuentras, y qué has hecho. No podría llegar y solo, borrarte, como si nunca me hubiese topado con algo tan único como lo eres tú, aunque suelo decir y demostrar esto en algunas ocasiones (Nunca me creas, son cosas de mi orgullo).
Pronto empezaré las clases, y seguramente, estaré menos dispersa y más centrada en sacar buenas notas, que en todo este lío. Las cosas van a mejorar, yo lo sé. Sé que todo va a estar bien, de alguna forma va a estarlo.
Aún seguiré extranando muchas cosas, por supuesto, pero sé que las cosas van a mejorar. En estos días si quieres, podemos hablar por skype, sería divertido.
Ya tengo que irme, creo que iré a escribir un poco más, en "Cielo". Es más una reflexión sobre Her, que todo esto.

La distancia no va a disminuir en lo absluto, lo que siento por ti... 

Missing you 12/09/2014

Después de tanto tiempo pensando, después de tanto tiempo en estas situaciones, ya es como un lugar normal para mí.
Suelo estar triste y perdida la mayor parte del tiempo. Quizás todo esto de la mudanza me ha afectado en mayor cantidad, además de no tenerte cerca. Aprendí muchas cosas, y es que, sé que no a todas las personas nos afecta de la misma manera las cosas.
A otras les afectará mucho, a otras poco, otras medianamente.
Yo, soy de aquellas a las que les afecta mucho.
Soy como una flor de otono, que tiene miedo a caer. Como ese cambio de estación cada cierto tiempo. Fría, cálida, fresca en otras ocasiones... He comprendido que cada una de las cosas que solía hacer me definen porque las hago para no caer. Para no deprimirme, para distraerme, y no llorar.
Todo ello empecé a descubrirlo en Diciembre. Fue quizás la peor época para mí después de cortarme el cabello como nino por haberlo donado a la fundación de ninos con Cáncer. Me sentía estúpida, y como un monstruo. Odiaba con todo mi ser la forma de mi rostro, y lo terrible que me veía, así que busqué refugio en todas estas cosas cada vez que me sentía mal. Era lo único que lograba distraerme, era lo único que podía hacer en mi vida, porque ni siquiera ánimos de salir tenía al verme así. Por ello, después lo tomé como costumbre, y es lo único que puedo hacer cada vez que me siento de esa forma. Cuando dejo de hacerlo, necesariamente tengo que tener un respaldo que me haga sentir mejor, y como tú ya no estás... y mis amistades no son suficiente... es difícil mantenerme en pie, por no decir que todo el tiempo estuve de rodillas. (Juego de palabras).
Soy débil, lo sabes. Soy sensible, aunque quizás no soy sensible en ciertas cosas como otro estereotipo de mujer. Soy compleja, en muchas situaciones. Soy impulsiva, extremista, controladora, maniática, depresiva, complicada, y muchos más defectos que ahora, no logro plasmar. Cómo puedes lidiar con todo esto?
Tú eres tranquilo, tu voz para mí es paz, eres disperso (lo cual me gusta demasiado, no sé por qué), eres sencillo, honesto, carinoso, a veces inestable (suelo comprenderlo más de lo que crees), eres complaciente (en todos los sentidos posibles), eres paciente cuando se trata de mí (aún no lo entiendo), y eres comprensivo. Tienes muchas cosas buenas, como cosas malas, pero puedo lidiar con ellas. Eres muy especial. (Siempre te lo digo, lo siento tanto).
Pero yo... Sólo soy un desastre andante. Aún cuando las cosas están bien, todo para mí está mal... Y no es que sea pesimista, de hecho, considero que en muchas ocasiones puedo ser una persona muy optimista, es solo que bueno, tengo una mente -irracional- como solía hablarte de ello.
No es fácil retomar mi normalidad como tú lo haces (Lo siento si suena duro, en realidad no estoy segura de cómo sea tu día a día ahora, si te sientes mal o no, porque desafortunadamente, no me lo cuentas), no es fácil para mí. Es como si, tuviese que borrarte, pero no borrarte. Es extrano, y complejo, o quizás no es complejo, y yo lo complico más de lo que debería.
Extrano jugar contigo, y decirte que tus manos son tan grandes que tapan mi cara, o que me fastidies y me digas que tengo manitas de ardilla. Extrano morderte, extrano que me fastidies por aquel impulso cada vez que tocas mi espalda (Aunque en ese momento lo odiaba por no poder hacer la reacción del impulso ya que la mayor parte del tiempo estábamos en público), extrano levantar mi cara con un gesto de -Qué pasa-, y sea igual tu respuesta. Extrano abrazarte, y hundirme en tu pecho (realmente eso era lo que hacía, aprisionarme en tus brazos), extrano tu agresividad en los besos, o la forma en la que te apoderabas de mis piernas. Extrano fastidiarte, y jugar con tu cabello.

Te extrano, y extrano todo de ti, para resumirlo. 

Mente 07/24/2017

Creo que romperé la rutina sobre hablar de temas muy subjetivos, y he decidido explicar algo muy importante que me ha pasado hace un tiempo atrás.
Recuerdo que comencé tercer ano de bachillerato con dos semanas de atraso en el colegio ya qu eme había ido de viaje por razones familiares. La verdad es que fue muy difícil para mí, ya que en el colegio en el que estudio realmente es muy fuerte, y ya con dos semanas de clase había avanzado mucha materia, y estaba totalmente perdida porque no sabía cómo eran algunas cosas.
Me estresaba demasiado, e incluso lloraba diario no sólo porque tenía problemas para adaptarme al supuesto "ano científico", sino que mi autoestima se comenzó a deteriorar poco a poco. Dejé de comer, diariamente lloraba, era muy preocupada e insegura, y la verdad siempre dudaba sobre mí misma porque decía que yo no servía para ver estas materias.
Realmente estaba frustada. Recuerdo que en Biología me mandaron a hacer por primera vez un Protocolo, pero el mismo era lo bastante extenso y exigente como para tener que repetirlo miles de veces sólo para que quedara perfecto. También, recuerdo que la primera semana que me reinncorporé a clases, tenía tres exámenes.
Cómo demonios vas a tener tres exámenes en la tercera semana de inicio de clases? La verdad es que era terrible, y lo único que quería era llorar, hundirme. La materia que más me costaba comprender era química, además de que no me agradaba la profesora y tampoco su metodología. Trataba de estudiar y no comprendía, mis amigos me explicaban, y no era de mucha ayuda.
Simplemente todo era una barrera mental. Le dije a mi mamá que por favor llamara a un profesor particular, el cual pudiera ayudarme con la materia, con mis dudas. Realmente decía yo necesitar a una persona que pudiera ayudarme con la materia, así que eso hizo, y cuando el chico comenzó a darme clases, aún estaba insegura. No comprendía del todo lo que él me decía, además de que era muy jóven y yo no sentía ningún tipo de autoridad, entonces para mí no era igual, no me sentía cómoda, así que le dije a mi mamá que aún así no comprendía a este muchacho, que necesitaba a  otra persona.
Y así pasó el tiempo. En el primer lapso la profesora de Biología solía elogiar mi trabajo porque decía que yo era una chica bastante eficiente y de admirar, realmente ella me ayudaba mucho con mi autoestima. Me costaba mucho mantenerla elevada porque siempre habían problemas familiares, siempre había una voz interna la cual me hacía la existencia muchísimo más difícil. Durante ese tiempo también conocí a una persona con la cual establecí un vínculo amoroso, el cual me di cuenta que no fue lo suficientemente fuerte. Aún teniendo una pareja, no me sentía del todo bien, podría afirmar que me sentía peor porque no sabía como expresar mis sentimientos, y como no sabía, esto me hacía pensar que yo no me lo merecía en lo absoluto, que yo era absurda, y cómo este individuo se iba a enamorar de una persona tan patética tal y como yo lo era, así que como vi que esto no funcionaba, decidí cortar los enlaces.
Luego mamá logró encontrar un nuevo profesor de química, el cual recuerdo que estaba completamente loco, y me gustaba muchísimo su forma de dar clases además de que me inspiraba mucha más confianza que el anterior. Él me explicaba la teoría, y como toda mi vida he sido una persona muy curiosa, siempre que le preguntaba el porqué de algo, él me respondía. Hubo un momento en el que él me dijo que yo era una genia en química, únicamente que tenía este bloque mental, y que por ello no lograba avanzar. Cosa que realmente no creí, es decir, los ejercicios me daban, y muchas cosas las comprendía, sin embargo, aún no me sentía suficiente.
Saqué conclusiones en las que me di cuenta que era una tontería humana pensar en auqella división de "Chicos de humanidades y chicos de ciencia" porque la verdad es que todo se vincula, ciertamente. Cuando nos adentramos a hablar sobre filósofos de la Edad Media, e incluso, el Renacimiento, una de las más importantes y destacadas por el florecimiento del arte, podemos notar que estos filósofos tenían ambas ramas muy bien desarrolladas.
Y ciertamente, todo posee un vínculo. De hecho, nuestro cerebro se divide en dos hemisferios, el cual el derecho es artístico y el izquierdo es sistemático, y lógico. Lo objetivo va de la mano con lo subjetivo, el humanista es un pensador, mientras que a su vez el científico también lo es.
Comenzaba a pensar que simplemente había que romper etiquetas, y darme cuenta que esto era una tontería, y que todos servíamos para estas cosas. Evidentemente habría personas que poseen mayor habilidad para unas cosas que para otras, como es en mi caso, en el cual mi yo interior decía que yo era un desastre para la química.
Luego de esto, presenté un examen que había perdido, y necesitaba sacar quince para pasar la materia, y saqué diez. Me sentí devastada, realmente había estudiado demasiado para el examen, estaba muy preparada para poder pasarlo, y aunque lo hice, no fue con la nota que necesitaba. Raspé aquel lapso con cero ocho.
Me sentía la persona más inútil y absurda en el mundo, solo porque además de tener un profesor particular, y haber estudiado muchísimo para poder pasar el examen, no lo había logrado. Pasó el tiempo durante el lapso y las cosas se complicaron, era más difícil, y la profesora de Biología aunque aún me elogiaba, la existencia era aún más difícil para mí.
En navidades me liberé un poco más, además de que doné el cabello a una fundación con ninos con cáncer, cosa que a pesar de que lo había hecho por una buena causa, y me sentía orgullosa por haberlo hecho, a la vez me sentía un ser terrible. Simplemente porque mi cabello quedó con un corte de varón, al cual no estaba acostumbrada, y sentía que me veía espantosa. LLoraba diario porque decía que yo era un monstruo.
Durante las navidades comencé a pulirme un poco más como persona. Comencé a escuchar más música, a leer libros, a ver películas surrealistas, e incluso a dibujar cosas geniales. De alguna forma esto me distraía, y cuando no lo hacía nuevamente entraba en aquella depresión que me comía la cabeza.
Cuando comencé las clases sentía que mi vida seguiría igual, o quizás peor. Nuevamente, pasó el tiempo y aunque tenía el apoyo de la profesora de Biología, aún seguía estancada con este profesor el cual mi mamá había llamado. Luego este senor dejó de prestarme atención, y sentía que le fastidiaba darme clases, entonces dejé de llamarlo.
Cuando finalizó el segundo lapso, también reprobé nuevamente la materia, esta vez con cero nueve, pf vaya sorpresa, había subido un punto, ahora la pregunta es cómo demonios iba a hacer yo para sacar doce en el tercer lapso, para que la unión de las tres notas me diera diez.
Cuando estaba comenzando el tercer lapso, surgieron ciertos disturbios en las calles de mi país, los cuales provocaron que hubiera una suspensión de clase en la cual perdimos aproximadamente un me. Durante todo ese mes de supuestas "vacaciones" me deprimía, porque realmente me preocupaba lo que estaba pasando, y era muy difícil para mí pensar en muchas cosas. Sin embargo, a pesar de todo ello conocí a una persona la cual me ayudó a tener cierta estabilidad. Me hacía olvidarme de estos problemas, y podía compartir libremente las cosas que me gustaban, ya que era mútuo; era una libertad sonada.
Sin hablar mucho de esto, ya que es personal, logré sentirme mejor. En el colegio me iba un poco mejor, a pesar de que aún me frustraba por cómo me iría en los exámenes y de cómo nos extriparían en el tercer lapso. Durante ese tiempo logré olvidarme de mis problemas de autoestima, y esa persona de alguna forma me hacía sentir mejor.
Realmente me hacía pensar que yo era una persona muy inteligente que una nota igual no definiría qué tanto lo soy. Así que esto me ayudó a olvidarme de estos problemas, sin embargo, aún me seguía sintiendo inútil para la materia. Durante ese tercer lapso pasaron muchas cosas.
Fallecieron seres cercanos a mí, incluso profesores. Aunque se supone que esto debía afectarme, lo hacía quizás los primeros días, luego sólo trataba de no pensar en ello. También recuerdo que hubo una semana de exámenes muy fuerte en la que la mayoría no logró aprobar. Afortunadamente yo lo logré hacer con varias materias, y en las que no salí tan bien, hice recuperación del examen.
Recuerdo que hice una recuperación de un examen de Biología, en el cual en su anterioridad saqué doce puntos, y cuando lo recuperé, durante el examen sentía que no sabía absolutamente nada del tema, que lo había arruinado al querer recuperarlo y que perdería aquellos doce puntos. Luego cuando vi mi nota, había subido de doce a dieciséis. La profesora cuando vio mi examen y me lo entregó, me sonrió.
Había dudado completamente de mí cuando realmente yo era una persona que se destacaba en Biología, además de que había logrado subir la nota a algo muchísimo más aceptable.
En ese tiempo, logré conseguir un nuevo profesor, el cual estaba muchísimo más loco que el primero y el segundo, pero era un genio. Él me decía que yo sería una persona exitosa, que yo sabía de química, y qu enuevamente todo era una barrera mental. Hablábamos temas en los que me hacía sentir muy inteligente, además de que me ayudaba muchísimo con la autoestima, y yo comprendía las clases perfectamente, pero luego comencé a frustrarme, y frustrarme porque este profesor ya no me gustaba del todo.
Había estudiado con él un día antes del examen final del lapso, en el cual tenía que sacar trece puntos para que el lapso me diera doce. Realmente yo veía esto como algo imposible porque sinceramente, esta profesora era demasiado fuerte en los exámenes, y era muy difícil pasarle el examen. Cuando presenté, me bloqueé en muchos problemas, sin embargo hice mi mayor intento.
Cuando me dieron la nota, vi que había sacado diez puntos, que era una de las cuatro personas que habían logrado pasar en el examen. De igual forma, me faltaban tres puntos y ya me daba por vencida. Así que, la profesora pasó por el salón y dijo que acudieramos a la revisión.
Cuando fui, me dijo que ella sabía que yo lograría pasar la materia, porque se veía en cada clase que realmente me interesaba y que yo era muy buena en Qquímica, sólo que me faltaba estudiar y practicar. Esto de alguna forma me animó, y me molesté tanto que me dije a mí misma que yo no necesitaba la ayuda de un profesor, así que le pedí ayuda a un amigo con química, y que solo me ayudara con los problemas que no estendiera.
Al día siguiente acudí a la clase remedial, en la cual hice todos los ejercicios con la profesora en la pizarra, y le presté mucha atención para poder resolver todas mis dudas. Se supone que cuando asistes a esta clase remedial, al día siguiente me tocaba presentar. Cuando culminó mi clase remedial, llegué a mi casa, y estudié desde las once de la manana, hasta las nueve de la noche, en los cuales los únicos tiempos que descansaba era sólo para comer, o ir al bano.
No paré de estudiar, exprimí mi cabeza, realmente había estudiado tanto que sentía que estaba enferma mental de tanto contenido químico en mi cabeza. Ni siquiera esa noche pude dormir bien porque estaba pensando en la cantidad de moles que poseía un problema.
Al día siguiente me levanté temprano, y estaba tan increíblemente nerviosa que sentía que iba a llorar si no lograba contestar nada en el examen. Cuando entré, y me dieron el examen, me bloqueé en selección simple, pero después dije que entonces iría con desarrollo, la cual valía demasiado.
Eso hice, pasé aquellas dos horas presentando el examen, lo llené por completo, esperando que tuviera aquellos tres puntos que me faltaban para tener trece, y alcanzar el doce, para poder pasar el lapso.
La profesora me dijo que esperara hasta las doce para que me entregaran mi nota, y cuando la vi "Estela, Alexandra. Trece puntos" realmente no sabía si llorar, o qué demonios, pero estaba muy feliz simplemente porque lo había conseguido.
Y lo había logrado únicamente con la ayuda de mi amigo, no con la ayuda de un profesor ni de nadie, se podría decir que por mí misma lo logré teniendo el apoyo de mi amigo, y lo agradecí muchísimo. Me sentí muy buena en la materia a pesar de que quizás el trece no sea una gran nota, pero me satisfacía pensar que lo había logrado.
Me di cuenta que todo era simplemente una barrera la cual yo misma debía mover, y que más nadie lo haría por mí. Quizás esto sirva de ayuda, pero he logrado comprender que el único que te dice si puedes hacer algo o no, eres tú mismo. Lo demás lo dirán, pero no saben lo que puedes llegar a hacer.
La mente realmente es algo muy fuerte, y a veces permitimos que aquella voz interna negativa nos gane.

He de dejar bajo el poder de la persona que esté leyendo esto, que deduzca por sí misma la importancia de tener una mente saludable y racional, además de reflexionar y llegar a la conclusión de que no hay nada que no puedas hacer.

Extravíada

He logrado huir, escapar.
Sólo pienso en aquellos motivos que me hacen escapar del enjambre, de la multitud. Sólo pienso en la cantidad de bocinas sonar, tráficos, concreto, ventas, locales, licores, estructuras, agentes contaminantes, basuras, doctrinas, mafia.
Basta, ya no deseo ver esto más. No quiero continuar en estos lugares, he de ocultarme cada vez que llueve, he de ocultarme para hacerte el amor, he de ocultarme para hacer arte, he de ocultarme al anochecer.
Voy a florecer, y para ello he de necesitar agua, por favor calma mi sed. He de necesitar aquella luz que desprendes. Eres la tierra, la lluvia, el sol del día, la luna por las noches.
Quizás ya he tirado la seta al suelo, el bosque me abraza. Las estrellas bajan a hablarme, a mostrarme cómo ha de ser la vida en la vía láctea. Simplemente gases en atmósferas, gravedad que me permite ser casi incorpórea, y ahí estás, sonriéndome. Tomas mi mano, y mientras, en mi mente has de ayudarme a recorrer los espacios, interplanetaria sensación. Explosiones de extrellas, auroras, asbteroides caen, y yo solo anhelo tenerte cerca.
Ha de ser la seta y el deseo.
O sólo el deseo conlleva a la seta. Mi amor lunar, mi amor estelar, mi amor interplanetario. Eres fugaz, y mantienes el amor vivaz. Astronauta, he de romper tus leyes astrofísicas.

Y eres el universo.